1- El tipo de embocadura que utilizas al intentar tocar una celda: muy amplia o muy reducida.
Al tocar con bloqueo de labio, para lograr tocar una sola celda con la técnica del “Lipping” que enseño en mi método, tienes que formar con la boca una letra “U” en donde la base de esa letra “U” del labio inferior (en su parte interna), debe coincidir exactamente con el ancho de la celda que quieres tocar y ese es el gran problema que enfrentan los principiantes desde el primer día al querer sacar el sonido limpio en una sola celda de la armónica.
El tamaño de una celda en la armónica como habrás visto es muy reducido y al comenzar la práctica lo más probable es que el espacio que hagas con la boca te quede más ancho de lo normal, abarcando más de una celda y ahí el sonido se “ensuciará”, o sea sonarán dos celdas (notas dobles) o hasta tres celdas (acordes) al mismo tiempo.
A base de mucha práctica (prueba y error), normalmente con unos días o algunas semanas de práctica podrás adaptar perfectamente la embocadura a una única celda.
Si por el contrario el espacio que formas con la letra “U” es muy pequeño, o sea más chico que el tamaño de la celda que quieres tocar, te darás cuenta rápidamente ya que el sonido de la nota saldrá más bajo de lo normal, casi como «ahogándose» y el sonido del aire quedará a un volumen igual o incluso por encima de la nota tapándola y ensuciando su sonido. Trata de posicionar la armónica en la boca apoyándola con firmeza en la parte interna del labio inferior tal como si estuvieras tomando del pico de una botella.
Un método muy eficaz para saber cómo tendría que sonar la nota bien limpia antes de tocarla, es tapando las celdas de los costados con los dedos, dejando la celda que quieres tocar libre y luego intentando reproducir el mismo sonido con el bloqueo del labio.
2- Falta de referencia en la armónica: dificultad inicial para posicionar bien la celda que quieres tocar.
La referencia en la armónica es conocer la ubicación, saber exactamente en qué celda estamos tocando en base al sonido que escuchamos en el momento y esa asociación, entre la posición y la nota que suena, la irás mejorando con la práctica diaria. Para el principiante es un problema muy común no saber en qué celda está tocando y por esa razón la mayoría de las armónicas tienen las celdas numeradas que sirve como una importante guía en los comienzos del aprendizaje. Al empezar a practicar el sonido limpio, cuando aún no hay una buena referencia, sucede que la celda que quieres tocar puede no quedar bien centrada y entonces se va a mezclar con alguna de las celdas de los costados impidiendo el sonido limpio que estamos buscando.
La falta de referencia también va a dificultarte los primeros movimientos entre celdas, ya que podrás quedarte corto o pasarte al moverte de una celda a la de al lado. Antes de comenzar a moverte entre las celdas, te recomiendo fijar bien la idea de referencia en la celda fija por separado y practicar en la parte más fácil de tocar de toda la armónica, en el registro medio entre las celdas 4 y 7.
3- Soplar o aspirar muy fuerte.
Cuando se fuerza de más a la lengüeta, con más intensidad de aire que la que realmente necesita no solo no se consigue un buen sonido de la nota que queremos tocar sino que además el aire se consume más rápido y lo peor de todo es que se acelera el proceso de fatiga del metal de las lengüetas, que se terminan desafinando antes de tiempo, a veces en unos pocos meses. Una armónica de buena calidad, cuidándola y tocando a un volumen normal de ejecución debería durar como mínimo dos años antes de desafinarse alguna de sus lengüetas.
Por otro lado, tocar más fuerte también puede hacerte perder el sellado o bloqueo necesario de la embocadura para conseguir el sonido limpio de la celda individual.
Si tocamos muy fuerte en las notas más agudas de la armónica entre las celdas 7 y 10, notaremos que se “ahogan” las notas, que no sale sonido alguno o que sale tardíamente, sobre todo en las celdas aspiradas de las celdas 8 y 9. En las mismas dos celdas pero sopladas, soplar más fuerte puede provocar un bending involuntario, o sea es muy posible que caiga hasta un semitono o medio tono su afinación.
Por otro lado, si succionamos aire al aspirar principalmente en el registro grave, se va a producir un sonido muy poco natural y con un poco o mucho bending involuntario, siendo uno de los problemas más comunes que tiene el principiante por ejemplo al querer tocar bien la celda 2 aspirada.
4- Tensionar muscularmente los labios o la embocadura.
Cualquier tensión muscular que hagamos en la embocadura y principalmente en el labio inferior o peor aún en la parte externa de los labios, automáticamente va a hacer caer la afinación en aquellas notas que tengan posibilidad de bending aspirados entre las celdas 1 y 6 y bending soplados entre las celdas 7 y 10. Las notas más sensibles al bending son en el registro grave las celdas aspiradas 1 y 2 y en el registro agudo las celdas sopladas 8 y 9. La única zona de tensión muscular que debe haber por el propio contacto, es la del labio inferior en su parte interna (los costados de la letra “U”), que se apoya con firmeza en la armónica para bloquear las celdas que están los costados de la celda que queremos tocar, el resto de la embocadura tienes que dejarla completamente relajada.
5- Fatiga muscular del labio por falta de práctica.
En los primeros días o primeras dos semanas de práctica, más allá de que hagas correctamente la técnica del “Lipping”, por tratarse de una postura de la boca completamente nueva, por falta de adaptación muscular, es muy probable que los labios a los pocos segundos se vayan a abrir perdiéndose el sonido limpio de la celda individual, no vas a poder mantener la letra “U” por mucho tiempo debido a la poca resistencia física. La única manera de mejorar en este aspecto es conseguir que la parte muscular se acostumbre a la nueva postura y para eso debes practicar como mínimo media hora al día durante al menos dos semanas.